Yehuda ha-Levi fue un filósofo y médico sefardí. Además, junto con Ibn Gabirol (Avicebrón) y Samuel ibn Nagrella, es uno de los poetas judíos más excelsos de la literatura hispanohebrea. Inventó el género sionida, una expresión de amor por la Jerusalén lejana. Su obra poética abarca tanto lo religioso como lo profano.
Biografía
Los datos sobre su vida son difusos. Desde muy joven, recibió la influencia de la vida cultural de la musulmana taifa de Zaragoza, regida entonces por los Banu Hud. En la corte literaria de Zaragoza, se encontraban intelectuales judíos como Selomoh ibn Gabirol, ibn Yannah, Bahya ibn Paquda y Leví ibn Tabban, así como poetas y pensadores. Además, en Granada, Ibn Nagrella también desempeñaba un papel similar. En Zaragoza, el cargo de visir estuvo ocupado por judíos como Yekutiel ben Isaq y Abu al-Fadl ibn Hasdai.
Yehuda también era muy amigo del rabino Joseph ibn Migash, cabeza de la Yeshivá o escuela Talmúdica de la ciudad de Eli-Hossana (actual Lucena, en la provincia de Córdoba). Aunque era joven, tuvo que atravesar Castilla para llegar a Andalucía. Desde Córdoba, se dirigió a Granada, donde Moseh ibn Ezra ocupaba un puesto importante y lo mandó llamar. Los disturbios políticos de al-Ándalus lo obligaron a regresar a la España cristiana, y finalmente se estableció en Toledo. Allí trabó amistad con el magnate de Alfonso VI, Yosef ibn Ferrusel (Cidellus), funcionario de Alfonso VI. De esa época data la jarcha en romance escrita con motivo de la reconquista de Guadalajara en 1080. El uso de versos en lengua popular para concluir una composición literaria era un hábito frecuente entre los poetas arabigo-andaluces.
El Legado de Yehuda ha-Levi
Habiendo sido discípulo de Yishaq Al-Fasi, uno de los más famosos talmudistas de al-Ándalus, y maestro del anteriormente mencionado Josep ibn Migash, a quien colocó al frente de la Gran Escuela tanto religiosa como de gramática en La Perla de Sefarad (Lucena), Yehuda ha-Levi poseía un vasto conocimiento. Su mente abarcaba desde la Biblia hebrea hasta la literatura rabínica, pasando por la poesía árabe, la filosofía griega y la medicina.
Durante su estancia en Toledo, escribió el Diván (Dìwan), una colección de poemas profanos escritos en hebreo. En estos versos, celebraba la amistad, el amor y la naturaleza. Además, incluyó en su obra poemas religiosos que posteriormente se emplearían en la liturgia judía, expresando su anhelo por Dios y Sion, y su esperanza en la redención mesiánica del pueblo judío. También dejó su huella en el Libro del Jazar (El Kuzari), un diálogo en árabe en el que explicaba el judaísmo a un converso jázaro.
Después del año 1108, Yehuda ha-Levi regresó a Córdoba, justo cuando el poderío almorávide comenzaba a desmoronarse. A pesar de la situación insegura para los judíos, decidió no volver a Toledo, donde había ejercido la medicina entre los cristianos. En cambio, siguió la ruta que había trazado en una obra compuesta entre 1130 y 1140, El Kuzarí, en defensa del judaísmo.
Así, partió hacia Tierra Santa alrededor del año 1141. Su motivación era el deterioro del trato hacia los judíos en la Península por parte de los moros, y su anhelo de que los judíos retornaran a Sion. Sin embargo, no está confirmado que el autor de tantos suspiros por Sion llegara a su destino. Durante varios años, permaneció cerca de su objetivo, en El Cairo, donde fue celebrado por los notables judíos de la ciudad. La idea de Yehuda siendo asaltado y muerto por un bandido a las puertas de Jerusalén, mientras recitaba una siónida, es más una bella leyenda que un hecho comprobado. Se estima que su muerte ocurrió alrededor del año 1141.
La vida y obra de Yehuda continúan inspirando a generaciones posteriores, y su legado perdura en la literatura y la historia.
Su Poesía
Yehuda ha-Levi es ampliamente reconocido como el mejor poeta medieval en lengua hebrea. El académico José de la Fuente Salvat lo presenta como “el mejor poeta judío de todos los tiempos” debido a su lírica religiosa y su obra apologética. Su poesía abarca una amplia gama de temas, incluyendo el amor, la amistad y el mar.
Del Diwan escrito en Toledo, se conservan panegíricos, cantos de boda, elegías y composiciones autobiográficas. Como poeta culto, Yehuda ha-Levi creó una poesía lírica rica en metáforas y descripciones, donde abundan las reflexiones filosóficas y religiosas. Utilizó diversas métricas y estrofas en su obra.
Entre sus logros más destacados se encuentran algunas jarchas profanas escritas en el naciente romance. Al final de las moaxajas y de gueulot y ahavot de temática religiosa, destaca su Himno de la Creación:
¡Dios mío! ¿Con qué te compararé,
si semejanza no hay en ti?
¿Con qué te asimilaré,
si toda forma es estampa de tu sello?
Enaltecido estás sobre toda potencia,
y te sublimaste por encima de todo pensamiento.
¿La palabra de quién te ha contenido?
¿Y la lengua de quién te ha comprendido?
¿Acaso habrá corazón que te haya alcanzado
y ojo que te haya divisado?
Himno de la Creación, I, v. 1-10
Estos versos expresan la admiración y la búsqueda de comprender lo incomprensible: la grandeza divina. La poesía de Yehuda ha-Levi sigue resonando a lo largo del tiempo, inspirando a quienes la leen con su profundidad y belleza.
Este autor es conocido por su descripción de una tormenta en el mar durante un viaje a Egipto. Creó un nuevo género de poesía religiosa llamado Siónidas.
Su pensamiento es una mezcla de las culturas hebrea, árabe y cristiana. Representa la postura judía ortodoxa frente a las religiones cristiana y musulmana, y también frente al pensamiento filosófico-teológico griego.
Su obra más importante es “El Kuzarí”, escrita entre 1130-1140. En ella, presenta a un rey pagano que busca la verdadera religión. Después de consultar a filósofos, cristianos y musulmanes, solo encuentra la verdad en las fuentes bíblicas del judaísmo. La obra es una defensa del judaísmo y lo que llama “la verdadera revelación”. Aunque es principalmente edificante y apologética, contiene muchos conceptos teológicos y filosóficos.
Yehuda es conocido por su habilidad para improvisar poesía, su profundo pensamiento y su amor por el judaísmo. Era un hombre amable y bien recibido en todas partes. Era conocido por su habilidad para componer versos de tema o rima forzada, una habilidad muy apreciada entre los árabes y los judíos españoles.
Durante el califato de Córdoba, Dunas ben Labrat introdujo la métrica árabe y la temática profana en la poesía hebrea. En esta poesía “moderna”, se cantaba sobre la belleza masculina y femenina, las flores, el vino y los banquetes. Aunque algunos autores árabes fueron procaces, los poetas hispano-hebreos generalmente siguieron una norma de moderación.
Con el tiempo, Yehuda ha-Levi comenzó a escribir más elegías por sus amigos fallecidos y a centrarse en temas filosóficos y religiosos. Fue influenciado por el género árabe zuhd, que desprecia el mundo y elogia el ascetismo, y por la poesía moral de Ibn Gabirol.
El tema mesiánico se volvió más prominente con la ocupación de Jerusalén por los cruzados y la aparición de un falso mesías en Córdoba en 1130. Yehuda había soñado que esta fecha marcaría el comienzo de la Edad Mesiánica, posiblemente influenciado por Abraham bar Hiyya.
Yehuda viajó a Tierra Santa por su amor a Sion y escribió una serie de poemas sobre el mar durante su viaje. Pasó cerca de dos años en Alejandría y Damieta antes de regresar a El Cairo. Su tiempo en Egipto revivió su interés por la poesía profana, que alternó con su nostalgia por Tierra Santa.
Como otros poetas de su tiempo, Yehuda cultivó la poesía homoerótica, un género común tanto entre los poetas hispanohebreos del “Siglo de Oro” de la literatura hispanohebrea como entre sus contemporáneos musulmanes.
Yehuda es conocido por crear el género sionida, una poesía que expresa un fuerte deseo de estar en Jerusalén. También trabajó en el género ahabah, que describe el amor entre Dios y su pueblo elegido. Sus obras incluyen himnos de alabanza al Creador y lamentos por el exilio.
Aunque Yehuda se centró más en la Biblia que en la filosofía y las ciencias, su lenguaje poético y sentimiento religioso son notables, como se ve en su Himno de la Creación. Su obra “Kuzarí” muestra su desapego por la filosofía.
Para Yehuda, la verdad de la religión judía se basa en los hechos históricos de la Revelación y los milagros realizados por Dios, no en argumentos filosóficos. Esta idea, que proviene del islam, sostiene que la luz divina se ha transmitido de generación en generación. El Kuzarí, escrito en árabe y luego traducido al hebreo, es una defensa de la religión judía y un elogio de su excelencia sobre las demás religiones.
Obra
- Antología poética. Traducida del hebreo. Altalena Editores, S.A. Madrid, 1983. ISBN 84-7475-152-7
- Lírica religiosa y cantos de Sion. Ediciones EGA, S.L. Bilbao, 1993. ISBN 84-7726-088-5
- Nueva antología poética. Traducida del hebreo (tr. Rosa Castillo). Ediciones Hiperión, S.L. Madrid, 1997. ISBN 84-7517-531-7
- Poemas. Traducida del hebreo (tr. Ángel Sáenz-Badillos y Judith Targarona) Ediciones Alfaguara, S.A.-Grupo Santillana. Madrid, 1994. ISBN 84-204-2817-5
- Haizearen hegaletan = Sobre las alas del viento: antología poética Traducida del vascuence, original en hebreo (tr. Xabier Kintana) Real Academia de la Lengua Vasca = Euskaltzaindia. Bilbao, 2002. ISBN 84-95438-07-0
- Poesía hispanohebrea Tudelana. (Yehuda ha-Levi y Abra
- Cuzary : libro de la prueba y de la demostración en defensa de la religión menospreciada. Traducida del hebreo (tr. Núria García i Amat y AlbertSoriano i Blasco). Ediciones Indigo. Barcelona, 2001 ISBN 84-89768-51-X
Curiosidad
Pagina en ingles sobre este cráter.
https://en.wikipedia.org/wiki/Judah_Ha-Levi_(crater)
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