Prehistoria y Edad Antigua
Conserva en diferentes partes del término restos inequívocos (materiales líticos y cerámicos) que hablan de asentamientos humanos desde el Paleolítico inferior.
Época celta y celtíbera (siglos IX-III a.C.)
En 1988 y 1999, en excavaciones arqueológicas en el Cerro de Santa Bárbara, junto al casco antiguo de Tudela, se hallaron restos arqueológicos pertenecientes a la I y II Edad del Hierro. Todas estas excavaciones parecen sugerir que, en Tudela, existió un poblado celtíbero de dimensiones incluso mayores al del Cerro de la Cruz en Cortes.
Época romana (siglos III a.C.-V d.C.)
Diversas excavaciones han encontrado restos de época romana en diferentes partes del término municipal, como son la villa romana del Ramalete, cerámica romana en el Cerro de Santa Bárbara y dentro del casco antiguo de Tudela. Los primeros restos romanos asociados con seguridad a muros y pavimentos se descubrieron en las excavaciones realizadas entre 1984 y 1985 en el entorno de la Iglesia de la Magdalena. Hay testimonios escritos contemporáneos que parecen indicar que esta aldea romana era conocida como Tutela. El poeta hispano-romano Marco Valerio Marcial, por ejemplo, cita a Tudela junto a su nativa Bilbilis en el epigrama 55 del libro IV.10
La Tutela romana pudo ser una aldea casi abandonada a partir del siglo I d.C., aunque se ha demostrado que el cerro de Santa Bárbara ha estado habitado desde época celta y romana sin interrupción hasta nuestros días. Existe una hipótesis según la cual la Cascantum romana (actual Cascante) no se fundó en la misma posición que la Kaiskata celtíbera original, existiendo la posibilidad de que la posición original de la Kaiskata indígena sea la propia Tudela, el antiguo poblado indígena del Cerro de Santa Bárbara. Al cambiar de ubicación y perder categoría económica, la Kaiskata original pudo perder también su nombre original, a favor de la nueva Cascantum, pasándose a llamar Tutela.
Se ha considerado en numerosas ocasiones que Muskaria o Muscaria, ciudad vasco-romana citada por el geógrafo Ptolomeo en el siglo II d.C, se encontraba en las proximidades de la actual Tudela. Hoy en día se considera muy poco probable que Muskaria estuviera emplazada en el municipio de Tudela, y mucho menos que fuera la propia Tudela.
Edad Media
Época visigoda (siglos V-VII d.C.)
De época visigoda, se han identificado también abundantes restos arqueológicos de los siglos IV al VI en excavaciones en el entorno de la Iglesia de la Magdalena, en los solares de la margen izquierda del barranco del Mediavilla y, en superficie, en las laderas del Cerro de Santa Bárbara.
Época musulmana (siglos VIII-XII d.C.)
En el 802,11 Tutela fue fortificada (y re-fundada como Al-Tutili) por Amrùs ben Yusuf, quien había sido nombrado gobernador de la Marca Superior por el emir Al-Hakam I. Al-Tutili fue el lugar permanente de residencia de Musa ibn Musa, que mantenía relaciones, incluso parentesco, con las casas señoriales de Vasconia. Su poderío fue tal que llegó a considerarse como el “Tercer Rey de España”, tras el emir Abd al-Rahman II de Córdoba y el rey astur Ordoño I de Oviedo. Durante su mandato y el de sus sucesores, en los siglos IX-X, Al-Tutili experimentó una gran expansión, alcanzando un gran esplendor económico y cultural. Tudela llegó a convertirse en capital de una taifa independiente durante unos 5 años (probablemente entre 1046 y 1051), tiempo en el que se acuñó moneda propia.
La importancia que adquirió Al-Tutili da fe la Mezquita Mayor, el zoco (Mercalete Vetere), una alcaicería, iglesias para los mozarábes, barrio judío con sinagogas, baños públicos y un abigarrado caserío al abrigo de la Alcazaba que estuvieron supeditadas a Al-Ándalus como frontera de dos fes religiosas: la musulmana y la cristiana. Tudela se convirtió en un crisol de gentes y culturas en la que, además de musulmanes, se mezclaron mozárabes y judíos. La «cultura andalusí» siguió siendo de marcada significación desde el siglo XI al XIII con figuras señeras tanto árabes como judías.
Reconquista de Tudela. Siglos XII y XIII
Poco después de la capitulación de Zaragoza en 1118, Tudela fue reconquistada definitivamente por Alfonso I el Batallador el 25 de febrero de 1119:
A partir de su conquista pasó a formar parte de la Corona pamplonesa-aragonesa. Alfonso I el Batallador nombró a Tudela cabeza de merindad y le concedió los fueros de Nájera, Sobrarbe y Tortum per tortum. Tras su muerte y la restauración del viejo reino pirenaico con García V Ramírez, Tudela quedó incorporada definitivamente al Reino de Pamplona.
Después de la reconquista y durante casi 400 años, las tres culturas monoteístas, cada una bajo las jurisdicciones, usos y ritos propios, y en barrios diferentes, vivieron en relativa calma. La Morería y la Judería tudelanas fueron las más prestigiosas y numerosas de Navarra. De esta época es el famoso judío Benjamín de Tudela (1127/30-1175), un viajero curioso e intrépido que viajó por el Mediterráneo hasta el Próximo Oriente.
Los monarcas del Reino de Pamplona/Navarra del siglo XII alternaron su residencia entre Pamplona y Tudela. Uno de ellos fue Sancho VI el Sabio (1150-1194), monarca muy cercano a Tudela, a la que convirtió en su residencia permanente durante las estaciones invernales. El monarca más estrechamente ligado a Tudela fue sin duda el rey Sancho VII el Fuerte (1194-1234), quien luchó en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 junto a los reyes Alfonso VIII de Castilla y Pedro II de Aragón. Sancho VII nació y murió en Tudela; al él se le atribuye la restauración de la alcazaba, convirtiéndola en un típico castillo medieval, y del puente sobre el Ebro.
Siglos XIV y XV
Carlos III el Noble le otorgó a Tudela el título de ciudad en 1390, y reformó de manera decidida el viejo castillo de Tudela, convirtiéndolo en un verdadero palacio regio, suntuoso y elegante.
En la segunda mitad del siglo XV, una vez muerto Carlos III, Tudela sufrió las consecuencias de las luchas entre agramonteses y beaumonteses. La guerra persistió a la muerte de Carlos, Príncipe de Viana en 1461 y a la de Juan II en 1479. Finalmente, la Corona de Castilla al mando del aragonés Fernando el Católico, aprovechando esta guerra y su alianza con los beaumonteses, conquistó el Reino de Navarra en 1512.
Edad Moderna
Conquista de Navarra. Siglo XVI
Cuando Fernando el Católico conquista el reino de Navarra, Tudela se mantuvo fiel a los reyes depuestos en 1512. Sin posibilidad de ayuda exterior, Tudela capituló el 9 de septiembre de 1512 en una rendición ventajosa para la ciudad, siendo así la última población navarra en rendirse (y última ciudad de la Península Ibérica en incorporarse a la Corona). Tudela tuvo que capitular, pero hizo jurar a Fernando el Católico los fueros de la ciudad el 4 de octubre de ese mismo año. El profundo respeto a sus fueros, libertades y franquicias, así como la profunda lealtad a sus reyes, impresionaron al mismísimo Fernando el Católico que, en 1513, concedió a Tudela el título de «Muy Noble y Muy Leal».
En 1516, se produjo una sublevación navarra. La respuesta del Cardenal Cisneros, que había quedado regentando Castilla tras la muerte de Fernando el Católico, fue implacable: ordenó destruir todos los castillos y murallas de Navarra. En 1521, debido a una nueva sublevación navarra, Carlos I de España y II de Navarra ordenó el cumplimiento de la orden de Cisneros: la destrucción de todos los castillos y murallas del viejo reino pirenaico, de manera que no quedara “piedra sobre piedra”. Navarra quedó ya definitivamente incorporadas a Castilla y Tudela perdió la condición de baluarte defensivo, ya que su castillo y sus murallas fueron poco a poco desmanteladas por los propios tudelanos para extraer la piedra.
Siglos XVII y XVIII
En 1609, reinando Felipe III, se decretó la expulsión de los moriscos, con graves repercusiones demográficas y económicas en toda España, incluyendo Navarra y Tudela. En coincidencia con esta crisis se registró, no obstante, la llegada de nuevas y numerosas órdenes religiosas a la ciudad. En 1666 se decidió cultivar la mejana que se había formado junto al puente, dando nacimiento a la Mejana de Santa Cruz, cuyas huertas de renombre son hoy el orgullo de Tudela.
El asentamiento de diversas órdenes religiosas durante los siglos XVII y XVIII, el levantamiento de las torres de los conventos y las capillas de Santa Ana y el Espíritu Santo añadidas a la Catedral, así como numerosas mansiones nobilarias que ahora comenzaban a construirse o remodelarse, decidieron el definitivo carácter barroco de la ciudad, a pesar de su trazado antiguo. A lo largo del siglo XVIII, Tudela recobró su vitalidad. Durante esta época, la ciudad se fortaleció construyéndose numerosos palacios y casas nobles blasonadas que hoy enriquecen el casco urbano.
Edad Contemporánea
Siglo XIX
En 1808, Napoleón invadió España, Navarra y Tudela, iniciándose la Guerra de Independencia. El 23 de noviembre de 1808, Tudela entró en la historia militar por la denominada «Batalla de Tudela». Debido a la victoria francesa en esta contienda, el nombre de Tudela fue inscrito en el Arco del Triunfo de París. En 1813, los franceses se vieron obligados a retirarse de suelo español, abandonando definitivamente Tudela. La ciudad quedó seriamente dañada, no sólo por el ejército francés sino también por los propios guerrilleros españoles.
Como consecuencia de la Guerra de Independencia y las posteriores Guerras Carlistas, además de los continuos brotes de cólera y el decaimiento económico general, la población de Tudela se estancó en torno a los 7000 habitantes, asistiendo a oscilantes cambios demográficos.
Siglo XX y XXI
Tudela, como el resto de España, entró en el siglo XX con una importante conflictividad social, relacionada con el control existente de las tierras por terratenientes en la Ribera y por fuertes movimientos obreros.
Durante la Segunda República Española, se vivió uno de los periodos más agitados política y socialmente de la historia de Tudela. La situación de crisis económica y el paro provocó en Tudela, como en todo el país, movilizaciones y reivindicaciones constantes de la clase obrera. Poco a poco fue fraguándose lo que más tarde explotaría en la Guerra Civil. . El 13 de agosto de 1937, Tudela fue bombardeada por la aviación republicana.
Con la Dictadura del general Franco, Tudela, como el resto de España, sufrió una terrible post-guerra. Tras la normalización de las relaciones exteriores españolas durante la década de 1950 se produjo el despegue de la economía española. Es en este momento cuando se asiste a la verdadera expansión de la ciudad de Tudela, produciéndose un desarrollo agrario considerable. La dinamización económica e industrial del país a partir de la década de 1960 se notó también en Tudela, produciéndose la gran expansión urbanística de la ciudad.
Con la llegada de la democracia, se añadió al carácter de centro comercial e industrial de Tudela, el de centro de servicios. Hoy sigue con un crecimiento imparable, asentada sobre una larga y rica historia y apostando por el progreso. Con todos sus proyectos y objetivos, Tudela saluda el siglo XXI como una ciudad ilusionada ante su futuro.
Colaboradores de Wikipedia. Tudela. Wikipedia, fecha de consulta: 17 de junio del 2015.
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